sábado, 20 de septiembre de 2008

regalar Lisboa

Esta vez han pasado más de 2 meses, y creo que no soy un completo desastre: escribir este blog tiene que ser placentero, no una obligación. Por suerte el verano ha estado lleno de obligaciones (y de placeres) que han dejado poco tiempo libre.
Ha sido un verano lleno de visitas, reencuentros, descubrimientos, y partidas. Me pongo un poco melancólica al observarlo ahora como ya pasado. Lo más importante es que tengo conciencia de haber(me) aprovechado mucho (de) las visitas, tanto de los conocidos como de los repetidores o de las nuevas adquisiciones:
Empezó con una visita de fin de semana de Carlos y Pedro que merece capítulo aparte (llevo pensándolo desde el 8 de junio, y va a ser la siguiente entrada). Esta fue, sobre todo, una posibilidad de hacer turismo diferente.
Mi madre vino a pasar una semana. No consigue convivir con Lola, y para mi es muy difícil tener que prescindir de una cuando viene la otra. Esta vez lo he llevado bien (Lola en hotelito), y se nos ha hecho muy corto. Buena señal.
Han venido 3 de mis 6 sobrinos: Marta (14) la primera, sola desde Córdoba, escapándose un poco de la rutina de 4 hermanos, nos ha preparado unos brownies de chocolate hipercalóricos, ha sido una perfecta canguro alguna noche, y ha disfrutado con todo lo que hacía, playa, Lola, o rebajas. Jaime y Nano (12 y 15) venían a darse un garbeo y si cae algo de surf, estupendo, pero sobre todo venían de vacaciones, y ya me encargué yo de que pintaran las paredes del jardín y echaran una mano a cambio del alquiler de las tablas de surf. Ha sido estupendo disfrutarles, no tengo muchas oportunidades a lo largo del año, así que he decidido que a partir de ahora tendrán como regalo anual un billete de idayvuelta para venir a sucasaenlisboa
Han venido dos AMIGAS de esas pocas que existen con mayúsculas a pasar unos días conmigo. María viene de vez en cuando, este año van 3, y parece que le engancha. Nos disfrutamos bastante mutuamente, y esta vez creo que ha sido bastante intensa la visita, además me dejó 2 amigos nuevos antes de irse: Paco y Maga. Candela era la primera vez que venía, y ha sido la primera vez que convivíamos: hace 30 años que nos queremos, y esta primera oportunidad nos ha acercado bastante al universo particular que llevamos dentro. No han coincidido, pero se habrían encantado.
Han reincidido Leticia, Kari, Camino&Bernie&Caminito&África, Elise, Carlos, Odile, Marga, Pepa, Carmen&Alberto, Luis, ...
Hemos incorporado muchas adquisiciones nuevas, entre las que voy a incluir aquí unas pocas: Melánie&Christophe, Los Vizcaínos, Berta&César&churumbeles, Ana&Iván, Elena&Tolo, Silvie&Jean, Francesc&Raúl&Aitor, Miguel, ...
Lo mejor de todo es que por distintas vías seguimos en contacto, y cada vez que llega un mensaje en el mail, o una postal desde Sicilia, o un CD con fotos de Lisboa, o una crítica en TripAdvisor, es un pequeño regalo que me hacéis. Muchos decís que esta casa es un regalo. El regalo sois vosotros. Espero que os sigáis regalando Lisboa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tres noches en tu casa y, a partir de ese momento, un millón de sueños pendientes de ser cumplidos, nuestra historia estaba recién estrenada y deseamos vivirla y disfrutarla cada segundo. La estancia en tu casa nos mostró el camino de lo sencillo, el único que lleva al lugar. La casa nos evoca silencios y sonidos, en armonía, conversaciones y libros. Gracias a los que habéis dejado una parte de vosotros entre esas cuatro paredes y sobre todo gracias a María por hacer de su casa la nuestra.