martes, 30 de agosto de 2011

Easy cake from Bellver & Erika to Sofia

This is the first post I write in English, but there was a guestfriend* who told me last week it was hard for her to understand my posts so… I’ve decided to try in English for the first time. Please apologise all the mistakes (for sure) I’ll make.

This is another post about small happy things going on at myhomeinlisbon. Erika, one of the girls on the staff at home loves baking. Her dream is opening somewhen* in the future her own bakery in the village at Minas Gerais (Brazil) where she’s originally from. A few weeks ago I started thinking on how could we collaborate in making her dream come true in a certain way. We serve fresh cakes every morning for breakfasts at home and also at Baixa House. Up to now sometimes I prepare them at home, we’ve been also ordering in a close shop, or at the bakery. Scones or "pão de queijo" are prepared at home, but why not starting to organize the necessary infrastructure to bake our own cakes every day? We have the right person (Erika), her work will be much more appealing so she’ll be (even) more happy and we all will also be more happy (and fat, I’m afraid).

Last week we started testing different cakes recipes so we can find easy but delicious ones that she can prepare and we all can enjoy. The first recipe was her own one of a simple basic yogurt cake. She tried it, and the results where not the expected as taste was delicious but texture was not what we wanted to have. We left that recipe on a side and experienced another 3, Gael’s orange cake, something very Portuguese called “mármore”, and a simple egg whites one. All of them delicious, they are being served this week at Baixa House.

Then yesterday I remember a very simple recipe that Bellver, a good friend and great Spanish artist gave me a few months ago with the idea of serving it at Baixa. We try it, and it was the most easy, simple and delicious cake I’ve taste in my life. I guess this is going to be the king of the cakes, as it’s a perfect base to add other ingredients that will make our life’s even more happy. Yesterday we try it with an evening tea at home with Sofia (another part of the team). She was needing some treat so this is a present for her, just to bake at home if you feel a bit needed of a little “miminho”.

The funny thing is that it has the same ingredients as Erika’s yogourt cake…(but different measures).

INGREDIENTS:

180 grs. sugar • 180 grs. flour • 2 eggs • 3 tea spoons of raising powder • 1 lemon curd • 125 cc. seeds oil • 12 – 14 crushed almonds • 250 cc. milk

Preheat the oven to 200 ºC.

Mix all ingredients (keep a bit of almond on a side). Grease a cake pan with seeds oil and flour, and pour the mixture. Put the almonds on top of the mixture. Turn down oven to 175ºC and bake 55 minutes. Wait a little bit even if smelling is so good: don’t be anxious!

Bellver’s original is done with olive oil, but I guess it’s too Spanish for international guests, and Erika’s original had seeds oil so we’ve changed it a little bit to make it softer.

We are using small pans so we can serve one cake per double room/apartment, or big pans for more guests sharing an apartment. If you use small pans, 25 minutes baking will be enough.

We’ll try to substitute almods on Thursday. I’ll update results.

Happyfat* moment!


* maybe these words don’t exist, but I guess they are understandable…

domingo, 14 de agosto de 2011

guestfriends

Bajo este nombre, bastante explícito, se van agrupando poco a poco una serie de personas que, más que pasar por mi vida (y por la de Lola), se han ido instalando en ella de forma casi permanente (en nuestras vidas, quiero decir).

Esta semana he tenido una nueva incorporación a la lista, y durante nuestros paseos y charlas se ha ido definiendo un poco más en mi cabeza esta categoría que tanto tanto me gusta y tan poco me cuesta identificar.

El primer guestfriend del que tengo conciencia fue un portugués al que me unieron en su día algunos gintónics saboreados con placer al borde de la piscina de La Parra. Hoy, muchos gintónics y 10 años después, me une una preciosa amistad con su familia toda, incluyendo al último que acaba de llegar a Lisboa hace sólo dos semanas desde la tripa de su madre.
Entre Pedro y Nienke, la última adquisición de esta semana, hay un largo recorrido lleno de momentos deliciosos.

Hace un par de meses el corresponsal de El País me preguntó que qué era lo que más me gustaba de este trabajo mío. Le contesté que lo mejor es que los "clientes" son totalmente diferentes de lo que en cualquier trabajo se consiera un cliente, vienen a descansar y a disfrutar, no están estresados por conseguir mejorar los resultados de su empresa a través de mi/nuestro trabajo. Nuestro "esfuerzo" (que más que esfuerzo, es un placer) les ayuda a ser un poco más felices. Algunos reservan sin estar del todo convencidos, o con demasiada prisa como para leer nuestras indicaciones y saber si éste será el sitio que querían. No disfrutan, no entienden este concepto, les molestan las campanas de la iglesia y Lola les parece una pesada pidiendo algo cada mañana en el desayuno. Esos pocos no vuelven ni recomiendan micasaenlisboa a ninguno de sus amigos, incluso algunos escriben un comentario negativo en algún foro. Durante su estancia, generan un poco de tensión entre todos nosotros, e incluso otros huéspedes lo sienten así y lo comentan. A algunos les hemos ayudado a encontrar otro establecimiento en que alojarse, sin cobrarles la cancelación de su estancia con nosotros.
La inmensa mayoría elijen este alojamiento porque entienden lo que ofrecemos y quieren disfrutar de algo así. Su estancia es de 3 ó 4 días, pero muchos de ellos vuelven, recomiendan a sus amigos, escriben cosas preciosas en los cuadernos de las habitaciones o en los foros de internet, nos escriben cuando algo les recuerda su paso por aquí, nos mandan fotos, ... con todos ellos mantenemos un vículo especial.

Y dentro de esa mayoría que acierta, hay unos pocos casos excepcionales en los que, por motivos que desconozco, se establece una química fantástica que los transforma en
guestfriends. Se diferencian de los demás en que vuelven una y otra vez, y no siempre físicamente, vuelven por mail, o por teléfono, o a través de algo que olvidaron, o de un momento especial vivido juntos, o como esta tarde, a través de un amigo al que recomiendan esta casa.

Muchos los conservo de los años de La Parra y hoy son parte de mi cotidiano como Pedro, Raquel, Paula, Ana, Pierre... otros están más lejos físicamente, pero los siento cerca y el tiempo que hemos pasado sin vernos se desvanece después de 5 minutos de conversación, o 4 lineas de mail, como Jennifer, Edita, Ana, Daniel, Jo, Cori, Bry, Yamila, Luis,... A algunos les recuerdo a través de una receta, como a Shanon, a Gäel a Coquie o a Lola. Con otros me unen charlas telefónicas interminables, como la que tuve anoche con Anita antes de ponerme a escribir un rato. Algunos adquieren el carácter de guestfriends en el primer intercambio de correos, como Pepa o Kari. Otros a la primera llamada, como Aitana. Unos pocos a la primera mirada, como Nienke. A veces es Lola quien les cautiva, como a Victoria. Con muchos compartimos cenas y vinos deliciosos, como con Claudia o con John. A otros incluso les ayudamos a buscar apartamento en Lisboa, como a Peter y Sarah.

A veces pasan años sin saber de ellos, pero siempre hay un momento de alegría expansiva en el momento en que nos recuperamos. O de ternura.

Cada vez que distingo uno nuevo, me aproximo con verdadero placer: descubrir las historias que hay detrás de cada uno de ellos, las bellas casualidades que nos aproximan, el camino que les ha traído hasta sucasaenlisboa, daría para escribir un precioso libro de relatos. De momento me considero privilegiada de coleccionarlos a todos ellos y las historias que nos unen. Y de disfrutarlos cada vez que la vida nos regala la oportunidad.

Algunas de estas historias, a veces, tienen desenlaces inesperados.
Todas, siempre, nos hacen un poco más felices.

(gracias Yoyita, por este regalo maravilloso)