lunes, 31 de diciembre de 2007

2008 risas

Un día como hoy hace un año estaba en Ferriere, Normandía, rodeada de buenos amigos. Al sentarnos a cenar esa noche todos teníamos en nuestro sitio dos papeles en blanco y un lápiz, para escribir en uno lo que queríamos borrar del año que terminaba, y en el otro lo que queríamos escribir durante el año que empezaba. Al terminar la cena quemamos en la chimenea los papeles del año que acababa y salimos al jardín para atar cada uno nuestro papel del año nuevo a un cohete, que lanzamos al cielo entre risas mientras observábamos cómo la mayoría de ellos estallaban de una forma un tanto extraña.

A la mañana siguiente algunos nos levantamos temprano para dar un paseo delicioso por el campo. Nos encontramos con los cohetes, "malquemados", todavía con los papeles atados con todas nuestras ilusiones medio borradas por la humedad de la noche. No sé de quien fue la idea -magnífica- de plantar esas ilusiones cada una junto a uno de los brotes de castaño que empezaban a crecer en un lado del jardín y que había que trasladar antes de que fueran demasiado grandes. Y dicho y hecho: en un rato, con las manos llenas de barro, nuestros brotes de ilusión se enterraban en Ferriere.

En mi papel había una palabra: risa. He comprobado que es el mejor motor para mi vida, y en ese momento lleno de incógnitas, no quería que dejara de alimentarme. El castaño junto al que planté mi ilusión debe haber crecido mucho, tanto como mi risa.

Han pasado muchas cosas durante este año. Muchísimas. Y estoy intentando pensar en alguna mala, pero mi positivismo me pierde, y no lo consigo. Resumiendo lo más importante, ha sido el año del fin de laparra, hacia donde -pasado el vértigo de la primera ausencia- miro ahora con cariño y dulzura para intentar mantener conmigo el recuerdo de lo que ha sido hasta ahora el proyecto más bonito de mi vida. Y ha sido el año del principio de micasaenlisboa, desde donde -todavía con el vértigo del primer momento- miro al futuro con el mismo cariño y la misma dulzura para intentar que la ilusión puesta hasta ahora en este proyecto lo convierta -con permiso de su antecesor- en el más bonito de mi vida.


Por micasaenlisboa han pasado muchas personas a lo largo del año: 397 personas diferentes. Y cada una de ellas ha dejado una señal en algún sitio de esta casa y de nuestras vidas.


Hoy me despierto en Lisboa, rodeada de nuevos amigos. Al sentarnos a cenar esta noche, cada uno tendrá en su plato dos papeles en blanco y un lápiz, para escribir en uno lo que quiera borrar del año que termina, y en el otro lo que quiera escribir del año que comienza. Al terminar la cena quemaremos en el jardín los papeles del año que acaba, y plantaremos en una maceta todos juntos nuestra ilusión bajo un brote de acebo de la sierra de Sintra.


El papel que voy a quemar esta noche estará en blanco.
Y volveré a plantar un papel con la misma palabra que hace un año: risa.

Y eso es lo que os deseo a todos: un 2008 cargado con la energía de vuestras risas!

sábado, 29 de diciembre de 2007

vistas

A veces me sorprendo a mi misma fotografiando las vistas que se me ponen delante, para enseñároslas:

. . . de micasaenlisboa desde el Castelo São Jorge,


. . . desde el miradouro da Senhora do Monte al (piroso) atardecer,


. . .desde la terraza das freiras da Travessa do Ferriagal, de lunes a viernes, de 12:00 a 15:00, comiendo un plato de bacalhau,


. . . desde la terraza del mercado do Chão do Loureiro, desde que llega el buen tiempo hasta que empieza a hacer frío,


. . . desde las piscinas de Azenhas, después de la sobremesa,


. . . desde cualquier ventana de micasaenlisboa al amanecer o al atardecer,

. . . y seguirán otras, que serán seguro mejores cuando las disfrutéis en vivo

1/4 de constancia

entro en el blog para incluir dos sitios nuevos quemegustan (de Lisboa y Madrid) y me doy cuenta de que ¡hace más de 1 mes que no escribo nada! y lo peor es que la entrada anterior ¡tiene dos meses!

Esto empezó como algo que pensaba hacer cada semana: me hice la promesa de ser constante por primera vez en mi vida con algo que sólo dependiera de mi. Y aquí estoy: 1/4 de constancia.
No voy a prometer nada para el año nuevo, aunque 1/2 de constancia no estaría nada mal. Y escribir cada 15 días sería un reto.

Ayer visité
la web de una abuela nonagenaria con doble envidia sana: por la lucidez de esos (ya) 96, y por la frecuencia en las fechas de las entradas. Pasan tantas cosas cada día y tantos pensamientos por mi cabeza que me gustaría escribir aquí, que a veces me encuentro caminando por la calle pensando "en escrito" en algo que acaba de pasar.

Por suerte no tengo demasiado tiempo, y eso se junta con que todavía no estoy acostumbrada a compartir estos pensamientos. Así que aquí van, en forma de entradas, algunas de las cosas que (se me) han pasado por delante, o por la cabeza. Un borbotón, para acabar el año.